85 Un restaurante tiene que ser un sitio acogedor, no vale un garaje con unas mesas y unas sillas por muy bien que den de comer. Eso lo saben los restauradores y por eso ponen sus restaurantes en consecuencia. Porque un hombre quiere estar a gusto ahí, hablando con sus amigos. Observa la decoración de los restaurantes y ahora la de las iglesias modernas... carentes de todo, garajes con bancos, sitios inhóspitos donde no apetece estar mucho tiempo allí. Es lógico, es la psicología natural del hombre. Una iglesia y un restaurante se parecen en muchas cosas: en los dos se da de comer (unos espiritualmente y otros materialmente), son sitios diseñados para que quepa mucha gente ( pero no se busca que descansen: la ausencia de sofás y la abundancia de sillas lo testifica), en los dos se va a hablar con los amigos (en las iglesias con el Gran Amigo)... y sin embargo cuando de trata de ganar dinero se monta un sitio acogedor. Los hijos de la luz siguen siendo muy poco sagaces.




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