129  El gusto es parte de la emotividad, por lo tanto de la voluntad y del corazón. Cuando nos gusta algo la voluntad se adhiere a ello y el corazón también. Puede adherirse apasionadamente, locamente... o con menos ardor, incluso levemente. El gusto depende del amor a algo, pero es sabido que el amor es ciego, es decir, que nubla la inteligencia. Cuando amamos mucho a una persona o una cosa no solemos ser objetivos y decimos que nos ciega la pasión.
Esto a la hora de juzgar una obra artística es un gran inconveniente porque un juez tiene que ser imparcial para aplicar realmente la justicia. Así nos encontramos con que para multitud de personas su ciudad es la más bella del mundo, solamente porque es su ciudad... Que a una madre su hijo le parece bello por el amor que le tiene, cuando en realidad todos los demás opinan que es feúcho. Les delata su pasión y eso hace que no juzguen bien.  


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