143 Santo Tomás de Aquino nos dice que para la contemplación se requieren tres cosas: "salud corporal, reposo de las pasiones y reposo de las cosas exteriores."
- Salud corporal. Cuando estamos enfermos, estamos poco capacitados para realizar una labor intelectual y la contemplación se refiere al intelecto, los animales no contemplan. Ese dolor de cabeza, ese catarro, ese dolor en la pierna distraen de la contemplación.
- Reposo de las pasiones. Cuando uno está triste, melancólico, colérico... tampoco está en condiciones de contemplar bien, se necesita paz interior.
- Reposo de las cosas exteriores. Cuando a nuestro alrededor las cosas se mueven y suenan nos resulta difícil la contemplación. No es lo mismo ver una película en un autobús que en la sala de estar de tu casa. Se necesita paz exterior. Lograr ese ambiente pacífico que hay en una Sala de Conciertos, una Biblioteca, en un Museo...
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