12º HALLAZGO. Las aureolas de blanco de plomo de Velázquez.
detalle de la radiografía del Inquisidor.
Hemos podido saber, gracias a las radiografías, muchos datos acerca de la ejecución de un cuadro que no están presentes a simple vista. También eso le pasa a los cuadros de Velázquez.
Antiguamente, el blanco al óleo que se utilizaba, estaba compuesto a base de plomo, bastante tóxico por cierto, pero era el que había. Como sabéis el plomo deja bastante rastro en las radiografías.
Una peculiaridad de los cuadros de Velázquez -en algunos, no en todos- son las aureolas de blanco de plomo que recortan las figuras. ¿Por qué están ahí si en el acabado final no salen? Trataré de explicarlo.
Velázquez dibujaba en el lienzo directamente con el pincel cargado de óleo oscuro, como podemos ver por ejemplo en Una campesina. Esto no es normal, sino lo que se estilaba era hacer un dibujo previo a carboncillo, por la sencilla razón de que se puede borrar con más facilidad. Es lo que recomendaba también su maestro Francisco Pacheco en su Tratado de la Pintura.
Pero tratándose del Pintor de pintores... él iba dibujando directamente con el pincel. Cuando aún está fresco el trazo, éste es fácil borrarlo con en trapo, pero si se deja secar es ya bastante difícil de borrar.
Una campesina.
detalle del retrato de Martinez Montañés.
detalle de joven hombre.
Pero a veces no acertaba del todo en el dibujo, de una primera vez y tenía que corregirlo, una vez seco ya el trazo del pincel. Si tratas de borrarlo con aguarrás te llevas todo -también la imprimación- así que la solución es cubrirlo bien con blanco de plomo por encima para matar el negro del trazo. Una vez seco se puede pintar por encima normalmente y ya no se transparentan los trazos oscuros antiguos. Si no se hace así, la técnica de veladoras que se utilizaba en el barroco, hace que el dibujo subyacente tienda a salir.
detalle de la radiografía del Conde Duque de Olivares a caballo.
Esta técnica no es tan extraña pues se hace lo mismo en pintura de pared cuando hay manchas. Primero hay que cubrirlo con blanco por encima, a veces más de una vez... y después ya se puede pintar normalmente.
Con el tiempo estas aureolas son cada vez más escasas porque cada vez se le escapaba menos el dibujo.
La pregunta que me hago es la siguiente ¿Si el Maestro sabe tapar bien los trazos que no le han salido bien... porque a veces no los quita en tantos cuadros?
¿Es por pereza... o porque realmente quería que los viésemos?
detalle de Felipe VI a caballo.
D. Diego de Acedo.
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