16º Hallazgo. Este retrato del Príncipe Baltasar Carlos pienso que es de Velázquez.
Esta sección de Mis Hallazgos en Velázquez, despierta mucha
curiosidad entre los coleccionistas que suelen mandarme fotografías de sus
lienzos, esperando encontrar algún tesoro… pero el resultado siempre ha sido
desilusionante… hasta hoy.
Hace unos días un particular me consultó sobre la autoría de
un pequeño cuadro que poseía y me mandó una buena foto… pero esta vez… lo conseguimos.
Se trata de un óleo sobre lienzo (23 x 33 cm.) del Príncipe
Baltasar Carlos en torno a los 15 años que yo pienso que es de Velázquez.
En el inventario de bienes realizado después del
fallecimiento del Maestro consta: “Un retrato del Príncipe, que esté en el
cielo, con su moldura dorada”. No se sabía nada de él. Yo pienso que es éste.
Tenemos muchos cuadros del Heredero pintados por Velázquez hasta los 10 años aproximadamente... pero luego hubo un parón.
Es evidente la similitud que tiene con el retrato de Juan
Bautista Martínez del Mazo del Prado que le hizo a la edad de 16 años. ¿Poco antes
de la muerte del Príncipe? o ¿Basándose en el cuadro de Velázquez y siendo ya
un retrato póstumo?. Los pintores sabemos que el de Velázquez está pintado del natural
por cómo está construido. Psicológicamente es más verdadero el del sevillano y nos muestra
los rasgos de los Austrias en todo su esplendor. En el del Mazo está como más
idealizado, más dulcificado e incluso le quita el pico del nacimiento del pelo
que tiene en mitad de la frente y que es tan característico también de su padre
Felipe IV.
El cuadro presenta una restauración deslucida con muchas impurezas que distorsionan la imagen y crean volúmenes más agresivos de lo que son. Las que afectan más son las de la nariz que lo que hacen es aplanar el lateral iluminado.
En los rayos X vemos zonas de pérdida de materia pictórica en la mejilla y el tabique nasal que han sido restaurados con poco acierto por lo que yo recomendaría una buena restauración.
Estudiando la manera de trabajar del Maestro encontramos
innumerables semejanzas, entre otras:
1) El descargue de pintura en el fondo tan característico en
sus obras.
2) La forma tan suya de tratar los negros, percibiéndose la imprimación rojiza.
3) La nariz desecha y sin perfilar bien, característica de la soltura del Maestro.
5) Las imprecisiones intencionadas para dar mayor plasticidad al retrato.
6) La misma forma de dar las pinceladas del pelo.
7) El modo de trabajar las pupilas desechas y simplificación del ojo.
8) La misma manera de dar el brillo de la piel del cuello antes de la gola.
9) El raspado de la superficie, viéndose la imprimación rojiza con el fin de dar
textura y plasticidad. Podemos observarlo en muchos de sus cuadros.
Simplemente con todas estas características podríamos decir
que es un Velázquez pero además os dejo el estudio técnico encargado por el
particular donde nos reafirma en la tesis con más datos:
“El lienzo de este pequeño retrato es una
tafetán con una trama y urdimbre de muy
alta densidad (21/20 cm2), lo que no era frecuente en la época, y que sin
embargo sí era propio de los trabajos de
Velázquez especialmente a su vuelta del primer viaje a Italia. … la
información que proporcionan la radiografía y la reflectografía infrarroja
(existencia de perfiles y dibujo subyacente, trabajado modelado de la cabeza,
característica aplicación de la imprimación de albayalde con espátula, la
existencia de las características descargas de pincel), así como el
arrepentimiento visible a la derecha del retrato consistente en la modificación
realizada en el diseño original de la gola (inicialmente más plana y de mayor
superficie)”.
El análisis químico de las muestras tomadas
confirman la adscripción temporal y geográfica de la obra como una pintura
madrileña del Siglo XVII, con una imprimación pardusca- blanquecina (compuesta
principalmente por albayalde), y con una paleta de pigmentos de molienda
irregular, al óleo con aceite secante como aglutinante:
Es muy importante la calcita presente en todos los cuadros de Velázquez.
Reflectografía infrarroja
Concluyendo, pienso que es un Velázquez 100% pero también quiero destacar
que me parece pintado con prisa porque echo en falta algunas
veladuras más, de integración, que habitualmente el Maestro daba a sus cuadros
más terminados.