Lo que
pretende el noble arte de la Pintura es pulsar la tecla más íntima de nosotros
para emocionarnos, no con arpegios musicales ni con versos expresivos, sino a
través del pincel.
La evocación es una forma muy sugerente de
despertar la emoción. Evocar
significa traer a la imaginación... personas, recuerdos, sensaciones... y todo
hombre reacciona cuando pulsas las teclas
adecuadas.
Cuando pulsas
la tecla flor inmediatamente invocas
al amor, porque utilizamos flores para demostrar nuestros amores ya sea en la
boda o en el funeral... el amor es tierno y delicado, colorista como ellas.
La tecla mujer repasa a todas esas mujeres que
han rodeado tu vida: tu madre, tu esposa, tu hija, tu abuela, tu musa...
Con la tecla paisaje resuenan en tu imaginación
tantos lugares donde has percibido lo infinito, la paz, la tranquilidad o el
huracán...
La tecla ventana rememora tu casa, tu hogar...con ventanas cerradas paraprotegerte o abiertas para contemplar y comunicar...
La tecla barca alude al navegar por esta vida, con
aguas tranquilas y apacibles o también con esas amenazantes y tempestuosas...
donde para avanzar es necesario remar y eso supone esfuerzo... pero merece la
pena…
Con la tecla bodegón paladeas lo común, lo de todos
los días, esa cocina a fuego lento, la bata de andar por casa...
Con estos mimbres está tejida esta exposición, sazonada con un poco de poesía y buen gusto, cosa poco corriente en nuestros días donde está de moda la provocación, la sordidez, lo enfermizo, lo perturbador... en estos lienzos podrás encontrar paz, recogimiento, tranquilidad, silencio, descanso, serenidad... sensaciones que anhela el corazón.