220 Estamos cansados de la falsa retórica
de los curators, que con una jerga indescifrable y críptica tratan de adobar un
objeto artístico insípido y vendértelo como si fuese una maravilla del
universo.
De cualquier cosa se puede hablar, de
todo… de la cucharilla del desayuno, de la taza de café a medio tomar, de una
boca de riego, de unos alicates… y atribuirle pensamientos profundos y entonar
ese tipo de poesía filosófico-artística… y dicen que si no la comprendes es que
no entiendes de Arte. Estamos cansados, repito, de esa farsa.