3º HALLAZGO. La educación de la Virgen ¿ Quién copió de quién?
La educación de la Virgen de Velázquez, hallado recientemente por John Marciari en la Universidad de Yale. Está cortado por arriba (véase el ángel cortado), por abajo (véanse el perro y el gato cortados y el cesto de costura a penas se vislumbra) y también podría estar recortado por los lados.
La educación de la Virgen de Juan de Roelas, que está en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Todo parece indicar que Roelas pintó primero su cuadro, concretamente nos habla de él Francisco Pacheco en su Tratado de la Pintura: " Con menos fundamento, y más frecuencia , se pinta hoy la bienaventurada Santa Ana enseñando a leer a la Madre de Dios, cuya pintura es muy nueva, pero abrazada del vulgo; digo nueva, porque he observado que habrá 24 años, poco más o menos, que comenzó hasta este de 1636, de una Santa Ana de escultura que estaba en una capilla en la iglesia parroquial de la Madalena, la cual acompañó después un escultor moderno con la Niña leyendo; de donde pintores ordinarios la estendieron, hasta que el licenciado Juan de Roelas
(diestro en el colorido, aunque falto en el decoro) la acreditó con su pincel, en el convento de la Merced de esta Ciudad; donde está la Virgen arrodillada delante de su madre, leyendo en casi un misal, de trece o catorce años, con su túnica rosada y manto azul sembrado de estrellas y corona imperial en la cabeza; tiene a su lado Santa Ana un bufete con algunas colaciones del natural y debaxo, un gatito y perrillo, junto a la Virgen está una canastilla de labor con otros juguetes; y aunque es verdad que ha parecido a algunos doctos no haber fundamento bastante para reprehender semejante pintura, de lo mucho que al autor de la advertencia pasada sobra, no valdremos en ésta, poniendo, primero, las razones con que se disculpa esta pintura".
Según Pacheco, en el 12 apareció en la Magdalena la Virgen Niña, que siguió con el cuadro de Juan de Roelas. Podría ser del 13, 14 ó 15, por lo que cabe concluir que el adolescente Velázquez pudo pintarlo el 14, 15 ó 16 pero parece anterior por su factura al cuadro de la cena del Hermitage. Siguió al pie de la letra el bodegón de Roelas, como veremos más tarde. En esos años Velázquez vivía en la casa-taller de Pacheco y esto hace que nos preguntemos varias cuestiones...
La primera, que Pacheco se ve que no estaba muy de acuerdo con esta iconografía como se transluce en el texto. Continúa explicándolo en su Tratado con opiniones de santos. Lo que venía a decir Pacheco es que, la Virgen, por ser la Madre de Dios, tenía ciencia infusa y no necesitaba que le enseñase nadie y que si lo hacía era por humildad de dejarse enseñar lo que ya sabía. Yo no creo eso porque cuando se perdió el Niño Jesús y se le halló en el Templo... Lc (2,48-50) “Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.” ...No entendió la Virgen por qué les dijo eso, si hubiera tenido ciencia infusa, lo hubiese entendido. También era del parecer Pacheco de que la Virgen se pasó sirviendo en el Templo desde los tres años hasta los once y así pinto un cuadro de la Presentación en el Templo de la Virgen para un convento de monjas del Puerto de Santa María en el 34.
Me pregunto yo... ¿no podrían haberle intentado encargar el cuadro a Pacheco y éste que no era muy amigo de esa iconografía lo declinó a su joven discípulo Velázquez? Ciertamente que tiene toda la pinta. Aunque no le gustase a Pacheco se lo diría a su futuro yerno y le haría algunas precisiones, porque él era veedor de obras de arte religiosas. Seguramente le indicaría la edad de la Virgen que convenía que fuese de tres años (antes de irse al Templo) y así aparece el cuadro de Velázquez. También se aprecia poca comunicación entre las dos (en el de Roelas sí ), como si dijese que tampoco tenía que aprender mucho de Santa Ana. Quizá también le aconsejó Pacheco a su discípulo que metiese a San Joaquín en escena trayendo la comida a casa.
Otra es la cuestión de la copia. No creo ciertamente que Velázquez copiase de Juan de Roelas, creo que simplemente es un encargo y como tal, los encargantes le exigieron la misma composición que el de Roelas. Es un bodegón muy didáctico y pienso que corresponderían los dos cuadros a colegios de religiosas donde las niñas podrían aprender de la Virgen María. Así como Ella aprendió de Santa Ana, ellas tendrían que aprender de las religiosas a ser mujeres de provecho del siglo XVII nada más y nada menos. Eso quería decir, a parte de saber leer:
1) Saber cocinar y hacer dulces, las llamadas colaciones que habla Pacheco, donde el los dos cuadros aparece el mismo tipo de pastel.
2) A tener la ropa planchada y ordenada y saber hacer punto, como la que asoma del cajón.
3) A llevarse bien con el marido. Vemos en los dos cuadros como el perro y el gato no discuten a pesar de estar tan cerca.
4) A saber coser como indica el cesto de costura a los pies en los dos cuadros.
En fin a ser una buena casadera de ese siglo.
La última cuestión y más intrigante es por qué no habló Pacheco en su Tratado de la Pintura del cuadro de Velázquez y sí del de Roelas. Él recordaba como lo había realizado en su taller... quizá porque en el 36 aún continuaba con la misma opinión, no quiso dejar mal a Velázquez. Es inquietante este silencio de Pacheco.